Los profesionales sanitarios de hospitales públicos, clínicas privadas, ambulatorios o cualquier otro centro médico tienen algo en común: las batas sanitarias. Estas forman parte de sus uniformes sanitarios y son un elemento clave de protección. Hoy en día, hay modelos de todo tipo como las batas desechables sanitarias de Blue Nattier o las batas quirúrgicas reutilizables, pero la historia de las batas se inició en la Edad Media. En este artículo presentamos el origen, la historia y la actualidad de las batas de los trabajadores sanitarios con la selección de mejores modelos a comprar.
El origen de las batas sanitarias
La historia de los uniformes sanitarios, en los que las batas son el elemento principal, se remonta a finales de la Edad Media. Realmente, antes del siglo XIV, no se conoce históricamente una indumentaria común para los médicos, cirujanos y otros profesionales (o no tan profesionales por aquel entonces) que ejerciesen prácticas médicas. Como se suele decir, en aquella época, cada maestrillo tenía su librillo tanto en sus intervenciones como en la vestimenta utilizada para llevarlas a cabo.
Sin embargo, todo cambió en el año 1348. A mediados del siglo XIV, una epidemia de peste nacida en Asia provocó un enorme brote en la ciudad italiana de Génova que, a su vez, puso en jaque a toda Europa. Las rutas comerciales y las guerras en Asia facilitaron la propagación de una enfermedad cuyo primer caso se cree que se originó en miembros de los ejércitos mongoles. Esta enfermedad mató a millones de personas durante varios brotes en la Edad Media. Se trata de una infección causada por la bacteria pestis de Yersinia que normalmente infecta a animales como roedores y sus pulgas, antes de llegar a los humanos.
El contacto directo con estos animales en áreas pobres, donde las viviendas tienen un nivel de saneamiento muy deficitario, puede dar lugar al brote en los humanos. La peste afecta a los humanos atacando a sus pulmones tras haberse transmitido por el aire, mediante la respiración de gotas respiratorias de un animal u otro ser humano previamente infectado, o al tocar directamente a ese animal o persona infectada. De este modo, la tos o un simple estornudo pueden provocar el contagio.
Felizmente, actualmente en los países desarrollados los casos anuales son aislados gracias a los buenos sistemas de saneamiento de las ciudades y al escaso contacto con roedores. Sin embargo, en zonas pobres de África se suceden los brotes de cientos de personas cada año, con un elevado nivel de mortalidad.
La peste bubónica, también conocida como peste negra, fue la que devastó Europa en el siglo XIV. Produce una inflamación del ganglio linfático, que se vuelve de color negro debido a las hemorragias internas que genera. Estos bultos, conocidos como ‘bubos’, se pueden multiplicar en la zona de las ingles, el cuello y las axilas, y si no se tratan a tiempo provocan la muerte. Hoy en día, la enfermedad se puede curar con antibióticos, pero en lugares pobres como los mencionados de África, el acceso a estos medicamentos es limitado.
Lo mismo ocurría en el siglo XIV, y es que el primer antibiótico no se descubrió en el mundo hasta el año 1897, y cambió la vida de muchas personas: la penicilina. Tal y como afirma el historiador Jon Arrizabalaga en su estudio ‘La Peste Negra de 1348: los orígenes de la construcción como enfermedad de una calamidad social‘, esta enfermedad se llevó por delante la vida de entre el 25 y el 50% de la población europea, a pesar de los esfuerzos de los médicos de la época para contenerla.
Ante la pandemia, estos probaron diferentes técnicas, como la célebre sangría terapéutica en la época. Básicamente consistía en sacar sangre del paciente para conseguir mejorar su estado de salud, pero no funcionó. Las autoridades lograron controlar la pandemia con medidas fitosanitarias, como el hecho de sellar las tumbas de los fallecidos con cal viva para frenar la propagación de la peste. Asimismo, optaron por mejorar el saneamiento.
No obstante, tan solo dos siglos después tuvo lugar otra epidemia de peste. Entre los años 1575 y 1577, surgió un potente brote en Venecia, y esta vez los médicos estuvieron preparados en cuanto a la indumentaria.
Con el fin de no contagiarse y atender al mayor número de personas posibles, estos utilizaron el primer uniforme sanitario reconocible de la historia: abrigo de cuero negro que les cubría todo el cuerpo, guantes de cuero también negros, sombrero y una máscara con forma de pico de ave. Se podría decir que este fue el primer EPI de la historia que pervive hoy en día como disfraz en los carnavales de Venecia.
Los cirujanos franceses, pioneros en llevar batas sanitarias
Ya antes del azote de la peste bubónica en Europa, los cirujanos franceses estipularon un uniforme sanitario con una bata o toga larga como elemento más característico. Durante el siglo XIII, los médicos no tenían prácticamente ningún rol en Francia. Eran reclutados entre los esclavos y las principales operaciones, como las sangrías o sangraduras y el tratamiento de torceduras, esguinces y fracturas eran tarea destinada a los conocidos como ‘cirujanos-barberos’. Lo mismo te afeitaban la barba que te sacaban sangre, tal y como señala André Pecker en su obra “La médecine à Paris du XIIIe au XXe siècle” (Hervas, Paris, 1984).
Sin embargo, todo cambia en el año 1260. Los cirujanos se separan de los barberos y forman una cofradía en la Universidad de Saint-Côme. Se reservaron para sí las operaciones más complicadas, pretendiendo ganar prestigio. Asimismo, hicieron una modificación fundamental en cuanto a su ropa laboral: adoptaron uniformes sanitarios con una larga bata como prenda principal. Eran conocidos como los cirujanos de ‘robe longue’ (toga larga), a diferencia de los barberos de ‘robe courte’ (toga corta).
Tras cinco siglos de conflicto continuo entre cirujanos y barberos, en el siglo XVIII la cirugía despegó en el país galo con la creación de academias. Más tarde se fusionarían con los estudios de medicina y perviviría para siempre la bata sanitaria como indumentaria de trabajo. Aunque eso sí, no necesariamente de color blanco.
La bata sanitaria blanca llega en el siglo XIX
Siguiendo la estela de Francia, del siglo XVI al siglo XIX los médicos europeos adoptaron la bata como prenda principal de su uniforme. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando el color blanco se impuso como el habitual.
Junto con la mejora de prácticas de esterilización e higienización de los hospitales y clínicas médicas, así como el aumento de medicamentos y el éxito de prácticas médicas para erradicar enfermedades, llegó también la bata blanca. Los uniformes sanitarios negros, asociados con la muerte, la negatividad y el pesimismo dieron paso a la pureza, la pulcritud, la limpieza y la calma del color blanco.
Batas desechables sanitarias y reutilizables actuales
Hoy en día, existen múltiples modelos de batas sanitarias en función de las necesidades de cualquier tipo de profesional sanitario. El color blanco sigue siendo el principal, pero también hay batas en color azul o verde, siendo estas últimas típicas en intervenciones quirúrgicas.
En Blue Nattier disponemos de las mejores batas sanitarias del mercado. En nuestro catálogo de máxima calidad hay batas desechables sanitarias, batas sanitarias lavables y reutilizables, batas quirúrgicas y no quirúrgicas y batas sanitarias impermeables.
Los tipos de batas sanitarias que existen
Las batas sanitarias más utilizadas actualmente en hospitales y otros centros médicos son las batas sanitarias desechables. No obstante, existen modelos de batas homologados reutilizables con hasta 65 lavados. A continuación presentamos cada uno de ellos. Todos se pueden comprar fácilmente en Blue Nattier tanto en la página web B2C como en la sección de B2B, si eres un cliente mayorista.
Batas Sanitarias Desechables
La primera diferenciación radica en la duración de uso de las batas: tenemos batas sanitarias desechables y reutilizables. En el caso de las batas desechables, disponemos de los siguientes cuatro modelos (se pueden consultar los detalles para comprarlas haciendo clic sobre ellas).
Una de ellas es una bata desechable quirúrgica. En concreto, el modelo 1011i en color azul. Por su parte, la bata desechable sanitaria PR50 en color blanco y una bata desechable impermeable son modelos sanitarios de protección de un solo uso.
Asimismo, disponemos de una bata desechable de visita destinada a proteger tanto a los profesionales sanitarios como a los pacientes.
Batas Sanitarias Lavables y Reutilizables
En el otro lado de la balanza están los modelos de batas sanitarias reutilizables. Los dos disponibles en Blue Nattier forman parte del ámbito de las batas quirúrgicas. El modelo PR70 es uno de nuestros ‘top ventas’ y aguanta sus propiedades hasta 65 lavados.
Batas Quirúrgicas
Las batas quirúrgicas son aquellas que portan los profesionales sanitarios con el fin de impedir la transferencia de agentes infecciosos entre sanitario y paciente. En Blue Nattier vendemos tres modelos de este tipo: una bata quirúrgica desechable y dos reutilizables. Se trata de los modelos ya mencionados: 1001i en azul, la bata PR70 y otra bata reutilizable e impermeable.
Batas No Quirúrgicas
Por su parte, las batas no quirúrgicas de protección de máxima calidad y homologadas de Blue Nattier se dividen en tres modelos diferentes. Los puedes consultar a continuación.
Asimismo, disponemos de un buzo EPI desechable, equipamiento de máxima protección ante virus y agentes patógenos como la Covid-19.
Batas Sanitarias Impermeables
No permitir el paso de la humedad, agua y otros líquidos es fundamental en determinados tipos de batas sanitarias. En nuestro caso, ponemos a disposición de profesionales sanitarios una bata quirúrgica azul impermeable. Además, tenermos otra bata en blanco no quirúrgica desechable e impermeable y, finalmente, una bata quirúrgica reutilizable e impermeable. Recuerda que si eres un cliente mayorista puedes comprar también estas prendas en nuestro apartado de B2B.
Otras prendas de los uniformes sanitarios
Como ya hemos dicho, la bata es el elemento más distintivo de un uniforme sanitario, pero no es el único. Por ello, y con el fin de satisfacer todas las necesidades de protección de los profesionales sanitarios, en Blue Nattier también comercializamos gorros sanitarios, cubrezapatos desechables en banzo y azul y delantales de hospital.